Siempre que se habla en Colombia de la situación actual de la economía, una de los mayores preocupaciones, analizando en detalle las causas de la desaceleración que se enfrenta, es la caída en la inversión, puesto que más allá de los esfuerzos generados por el Gobierno, no hay gran impulso en el tema.
Una de las primeras alertas parte de un PIB en terreno negativo (-0,3%), algo que no se veía -sin contar la pandemia- desde 1999 y un mercado laboral que genera cada vez menos puestos de trabajo, según las cuentas de octubre, y pese a que cayó al 9,2 % en su serie original, los datos desestacionalizados muestran dos meses seguidos al alza.
Adicional a esto, en lo que concierne a la Formación Bruta de Capital o inversión, que para el tercer trimestre de este año se contrajo un -11%, manteniendo la racha del período abril-junio, cuando disminuyó también un -7,8%; la situación tampoco es alentadora.
Ante esto, una de las principales preguntas de los analistas y el mismo Gobierno Nacional, es cómo dar la vuelta a esta mala racha y garantizar que la desaceleración no se prolongue a lo largo del 2024 y se afecte directamente el mercado laboral, que recientemente ha mostrado repuntes en su serie desestacionalizada.
En esta búsqueda de propuestas, recientemente el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo resaltó que diversos estudios, entre ellos uno realizado por el Banco de la República, señalan cuatro aspectos críticos: la dinámica económica del país, los costos de capital, la tasa de cambio y las expectativas y confianza del sector.
Basado en esto, propuso cuatro pasos o consejos que se podrían seguir para apuntarle a una recuperación económica. El primero de estos es activar los motores clave: motivar al sector privado, fomentar las exportaciones y mejorar la ejecución de la inversión pública, que ha sido históricamente insuficiente.
“A pesar de los notables crecimientos en 2021 y 2022, las perspectivas más modestas para 2023 y 2024 (1.2% y 1.8%) requieren una acción concertada para evitar cifras negativas en exportaciones e inversión”, dijo este economista.
En segundo lugar, sostiene que es necesario corregir los efectos desfavorables de la reforma tributaria de 2022, que elevó los costos de capital para socios e inversionistas en un 13%. La caída anticipada en la inversión derivada de este incremento podría revertirse con una propuesta de reforma tributaria más clara y específica en términos de gasto público.
“El tercer camino es una mejor tasa de cambio para importar bienes de capital. Al respecto cabe decir que a pesar del avance de Colombia en tasa de cambio que se reconoce, hay aún países con mejor comportamiento comparativo de tasa de cambio y ellos compiten con nosotros. No es entonces un determinante suficiente”, agregó Restrepo.
El cuarto y posiblemente el camino más crucial es la recuperación de la confianza del sector privado para invertir. Esto requiere medidas concretas para mejorar la seguridad física, ajustar las tasas de interés cuando el banco tenga margen para reducirlas y, sobre todo, reducir la incertidumbre.
“Las cifras de confianza en el comercio e industria han disminuido hasta noviembre, señalando la urgencia de abordar estos problemas. Hay cómo lograr entonces esa inversión camino a ser más productivos y podemos lograrlo, si afinamos mensajes, revisamos reformas, motivamos al sector privado, ejecutamos mejor en el sector público y prendemos los motores del crecimiento”, concluyó.
Según José Manuel Restrepo, estos esfuerzos colectivos pueden contribuir significativamente a restaurar la confianza del sector privado y, en última instancia, estimular la inversión.
Fuente: Portafolio